De lo bueno, lo mejor.

Uno de los motivos por los que se disfruta tanto de los productos de Erlenbacher es por nuestra calidad. Para nosotros, la calidad empieza en el campo, así como en la forma tan cuidadosa con la que escogemos a nuestros socios, las materias primas y sus regiones de cultivo. Conocemos perfectamente de dónde vienen y cómo nos llegan todos los ingredientes. Es más, desde hace años, conocemos personalmente a la mayoría de nuestros productores y distribuidores. Así es como generamos confianza y respeto mutuo por nuestro trabajo. Por todo ello, estamos convencidos de que en nuestros pasteles se puede saborear este trato justo, transparente y sostenible con el que nos relacionamos con las personas y con la naturaleza.
 

El placer no entiende de papeleos,

pero sí de certificados.

La calidad y el placer son nuestra máxima prioridad. Por ese motivo, sometemos periódicamente a examen la calidad de nuestro trabajo y nuestros productos mediante controles y certificaciones realizadas por entidades independientes. Aunque, seguramente, eso ya lo haya notado en nuestro sabor.

 

From Farm to Fork