Estamos convencidos de que la pasión es el ingrediente secreto de la repostería.

Lo que comenzó hace más de 45 años en la localidad alemana de Nieder-Erlenbach con una humilde tarta de manzana es hoy promesa de sabor placentero en todo el mundo: el arte pastelero de Erlenbacher.

Desde ayer hasta hoy, nuestros ingredientes básicos son la pasión, la esmerada elaboración y mucha experiencia.

Así es como garantizamos en más de 43 países la máxima calidad para todas y cada una de nuestras obras maestras.

Queremos que la gente sea feliz saboreando.

Un momento dulce es un momento de felicidad.Esa felicidad al degustar un producto de repostería libera endorfinas y hace sonreír a las personas. Momentos así son los que nuestros clientes desean ver en su local. Y esos momentos constituyen nuestra principal motivación. Nuestra visión es muy clara: ser los creadores de repostería que, desde Alemania, nos erigimos en referencia internacional a nivel de calidad, sostenibilidad, producción, productos, innovación y servicio. ¡Bienvenida a Erlenbacher!